Cuando empieza una nueva historia

Suma 5 años entre idas y vueltas que resido en Santiago y ha sido una serie de aprendizaje en lo personal y profesional. Vivir con nuevos amigos, tomar decisiones en mi vida y sobre todo aprender a organizarme en mis trabajos como profesional independiente.

Y bajo este cielo Santiaguino, en reuniones con amigos siempre he tenido presente comentarios de que Chile es una sociedad clasista, la desigualdad social en Comunas, en estilos de vida, la inequidad y la falta de oportunidad por ser de diferente escala social, pienso que es una realidad mundial, sobre todo en muchos países de América Latina, pero en Chile esta realidad social finalmente estalló.

25 de abril de 2019, ser extranjera no me hizo ajena a participar de una marcha histórica que congregó a familias, de diferentes escalas sociales donde los ciudadanos querían ser escuchados. Las formas de organizarse en estas manifestaciones principalmente fueron por redes sociales, es esta semana que comenzó el 18 de octubre, no dejaron de compartir videos y opiniones a favor o en contra del gobierno.

Vivo a seis cuadras de la Alameda, una de las avenidas principales de la ciudad y tras terminar algunos trabajos en casa salí a las 7 de la noche para acompañar en este día, no pude dejar de hacer algunos registros en mi camino hacia la marcha y ver que empezaban algunas personas hacer alguna fogata a pasos de la Universidad Católica de Chile.

https://www.instagram.com/susanaingridarce/

Recorrí varias cuadras de la Alameda y sentí admiración hacia este país donde resido actualmente. Los ciudadanos no solo sean manifestaciones por redes sociales o desde casa, ya saben es más fácil hablar y no llegar a nada, yo vi unión en ellos y su lucha está presente.

No tengo preferencia de ningún partido político, solo creo en las acciones de las personas. Espero que pronto se llegue a soluciones prácticas y esas marchas y cacerolazos de protestas que nos involucraron a todos tengan sus frutos. Por ahora se piensa volver a una “semana normal” y el país no se detenga.

Joker, la amable mirada de un loco con la sociedad.

Después de mucho tiempo de largas jornadas de aprendizaje y ensimismamiento con la programación me di un relajo en ver una película que valía la pena tomarme un tiempo y disfrutarla en pantalla grande.

Al sentarme en las butacas intenté colocarme del lado de un simple espectador, dejando de lado mis emociones o conocimientos que tengo sobre cine, sobre historias y estructuras, pero fue un fracaso. No evitaba predecir lo que pasaría en las siguientes secuencias y jugar a ser la guionista del film. Debo confesar que algunos puntos de giro me sorprendieron y me causaron escalofríos.

No pude evitar mirar algunas de las incomodidades en el público en algunas escenas y después de escuchar algunos crujidos de popcorn y algunas envolturas la sala se quedó muda, parece que les había terminado el hambre y no había sentido más que para los ojos y oídos. La visión del director y su atmósfera oscura nos había dejado atrapados.

La locura de este personaje en ser reconocido y sentirse vivo dejó en mi mente muchas preguntas. ¿Qué pensamientos deja en Joker en cada persona? ¿Alguien podrá superar la actuación de Phoenix? ¿Qué nos espera los próximos films del guasón?

Tras meterme en la historia y disfrutar cada plano junto con la música puedo decir que nunca dejaré de amar al cine a donde volveré dentro de un tiempo mientras desarrollo otra pasión y escribo algunas historias.

No podía evitar hablar y escribir de este film que me apasionó verla porque sencillamente tiene esencia y un personaje mueve toda la historia.